Buscando entre mis archivos para renovar mi página web (estoy haciendo una versión más sencilla y que funcione mejor con móviles y demás) me he encontrado con esta foto que tomé en diciembre de 2002 mientras preparaba el plano para el retrato que hice a mi compañera de piso de entonces, de nombre Eva.
Para probar las luces y demás me serví de un viejo Blas de Barrio Sésamo que guardo desde niño y aún conservo. Fue una foto complicada por toda la parafernalia que había que preparar para llevar a cabo la idea que había tenido sobre la realidad y su representación a partir de la Eva del Génesis.
Creo recordar que previamente estuve un par de días comiendo manzanas y fotografiándolas con una polaroid cutre (haciendo un apaño con una lente de ampliadora delante para poder hacer macro con ella), además de fabricar con unos listones de madera esa especie de "árbol" en el que coloqué las polaroid que completan el plano. Cuando llegó la modelo y sustituyó a Blas hicimos tres rollos de 120 (dos en blanco y negro, uno en color) con una cámara rusa de formato medio, una Kiev 60, que disparé tal cual se ve en la foto, sin trípode, apoyada directamente sobre una sufrida enciclopedia que también usaba frecuentemente no tanto para leerla como para aplanar las fotografías que positivaba por entonces en el laboratorio y quedaban curvadas tras el secado al aire. Al día siguiente preparé una copia de 50x50 y, dado que no había tiempo para enviarla, me fui corriendo con ella a Madrid para presentarla justo a tiempo, casi en el último minuto, a un concurso de arte que realizaba por entonces el diario ABC. No hubo suerte, pero pocos meses después la volví a presentar a otro certamen, en este caso al Premio del Aula de Artes Plásticas de la Universidad de Murcia en la versión en color que muestro aquí, y me concedieron el primer premio. La foto forma parte de una serie de retratos que realicé por aquel entonces con fotos polaroid dentro de la colección que llamo "Límites" y a la cual he dedicado el calendario que realizo con mis fotos este año (y del cual, por cierto aún me quedan algunos ejemplares tristemente guardados en un cajón sin nadie que los mire y utilice). Muchas gracias por leerme y, más aún, por dar sentido a mi trabajo con sus miradas que lo completan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario